
Que tu mente trabaje tanto como tu pene
El no sabia lo que me gustaba y lo que no, a de las comidas, no sabia como tratar a una escort, es de los que no tenia inconvenientes en tirarse pedos delante tuya, no tenia pretensión de fingir ser otra persona, no te rellenaba el vaso, ni te abría la puerta, yo para el era otro pero.