Gestos reguladores de la interacción o reguladores: Con ellos se acompasa o bien se regula la comunicación y el canal no desaparece. Se usan para tomar el relevo en la charla, para iniciar y finalizar la interacción, para ceder el turno de la palabra, etc.

Incremento de las exportaciones de la industria. Generando una necesidad importante de mano de obra. En 1958 había aproximadamente 2 millones de personas trabajando. De los que 500 mil eran mujeres.

Mas la joven se decidió a retornar a su corazón y restaurar lo que ella llamó su marido enfermo. A través de la oración y la paciencia, pudo ganar su batalla. Las personas intervino mediante una de sus chicas que se rompió la cabeza con una botella. Este acontecimiento llevó a su vuelta total.

No fue intencionado ni lo procuré, mas un día en casa pensé en mis últimos acontecimientos, y , entonces, caí en que mis intenciones eran unas y mi realidad otra, aunque por otra parte no me podía quejar.

Me acuerdo una de mis primeras relaciones que tuve (en mi juventud), en la que conocí a una prostituta, la que después de salir con ella el sábado y el último día de la semana, me mandó un mensaje diciéndome que estaba enamorada de mí.

Que no te engañe la dulce inocencia de mi mirada. Es la máscara que utilizo para camuflar la bomba sexual que esconde mi cuerpo. ¿Deseas sentir su estallido? Tus sentidos lo agradecerán. Te espero.

Las señales de infidelidad son diferentes en dependencia del género. Y si bien no hay crimen perfecto, ya antes de culpar al otro de que está siendo infiel, es mejor tomar nota y confrontar estas señales como rastros de que algo, no está marchando bien.

Ahora nos estamos dirigiendo cara los reinos del perro con la ábrete cesamo o bien la bisagra. En realidad, en esta postura tú prosigues estando arriba… Más o menos. Aunque esta vez va a ser quien tome las bridas de la situación

Entre los numerosos hombres que me han abordado, que han tratado ligar conmigo a lo largo de mi vida, muchos eran torpes o se ponían nerviosos ; otros, a la inversa, eran exagerada y fastidiosamente audaces. Unos como otros no me entraron ganas de conocerlos más.

Perdonar no significa subordinarse, sino reconocer que nos confundimos como todos y que queremos corregir el error. La persona que no se excusa cuando ofende, no hace más que amontonar ofensas, transformándose con esto en un ser abominable, en una mala persona.