
Quienes me conocen afirman que allí donde yo estoy reina el buen rollo, la diversión y el placer
Para el Ario toda mujer es una presa ofrecida a sus impulsos sexuales, cuya intensidad raya con la animalidad. Cuando la dominación aria se extendió a esas regiones, los brahmanes que se habían apoderados de los templos comprendieron pronto el provecho que podían sacar.