
Pruebe sus sentimientos cuando crea que son recíprocos, es el primer paso para iniciar algo
Con la palabra aplicada a la orografía femenina se pueden hacer diabluras. Cualquier lugar, recóndito o bien insignificante, puede transformarse en un poema: un lunar, el lóbulo de la oreja, los dientes, las pestañitas, la pelusilla blanquecina del cogote, la punta de la nariz, el arco de la ceja.